La situación actual permite al mercado crear empresas con un nuevo modelo, el de una empresa inteligente, es decir que las empresas conozcan sobre sus clientes y proveedores, tener un rediseño de la cadena de valor de la empresa.
En este aspecto no solamente se tiene que ver los recursos de la empresa, si no que tipo de producto que se está ofreciendo y si es necesario cambiarlo para adaptarse al nuevo comportamiento debido a la emergencia sanitaria.
Las empresas que sobrevivieron a la pandemia mundial tuvieron que adaptarse al drástico cambio de una negociación presente con el cliente, “tú me das yo te doy”, a una lógica de colaboración basado en el método de John Nash juegos de suma más uno menos uno, en donde el presente y futuro tienen relevancia para la empresa, además, del valor de la comunicación para crear un valor de marca.
Las empresas de ahora buscan crear vínculos con sus Stakeholders para fidelizarlos, gracias al impacto que ha traído consigo la pandemia de la COVID-19, pues se presenta una disminución del aspecto económico, no solamente en el Ecuador, sino a nivel mundial.
Las empresas pueden optar por diferentes estrategias que se pueden implementar dentro de una empresa para afrontar la crisis económica, donde se plantean diferentes acciones como la incorporación de la capital sea de los socios actuales o de nuevos.
Es importante digitalizar los procesos dentro de las empresas, enfocarnos en los clientes y conectar con ellos.