María Fernanda Zamora
Afganistán es un país que durante los últimos treinta años ha pasado por múltiples conflictos civiles y militares, terrorismo, pobreza, analfabetismos. Todos estos antecedentes han logrado que éste país sea uno de los más inseguros. Además, es un país con costumbres arraigadas y de respeto a su religión más que a cualquier ley humana.
Afganistán siempre ha sido un país y tradicional, patriarcal, atribuyendo a las mujeres un rol meramente reproductivo[1] y a los hombres el productivo[2]. En esta sociedad las mujeres han sido sometidas a la voluntad de los hombres.
El reinado del rey Amanullah, que duró diez años, trajo consigo muchos cambios en cuanto a los derechos de las mujeres. Estos cambios, surgieron a partir de la promulgación de la Constitución de Afganistán de 1923, se introdujeron reformas que mejoraron la vida de las mujeres, como lo fue permitir a este grupo que antes había sido completamente relegado, el acceso a la educación obligatoria de manera equitativa. Otros de los cambios a favor de los derechos de las mujeres, fue eliminar la obligación de usar burka, prenda que se usaba entre otras razones, para evitar que los hombres desearan a las mujeres y la prohibición de la bigamia a los funcionarios del Estado Afgano, siendo permitida solo si autorización judicial.
[1] Rol reproductivo: es el trabajo establecido socialmente a las mujeres, que se desempeña en el hogar. Cumple con las funciones de mamá y ama de casa, sin remuneración. Estos actos se producen en un espacio privado.
[2] Rol productivo: Se refiere al trabajo realizado, al principio sólo por los hombres en el espacio público a cambio de una remuneración.