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Número 109 |
4 noviembre 2013 |
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La lengua viva vs. la norma por: Diego Chauvin No siempre es fácil responder acerca de la corrección de nuestros escritos cuando descubrimos la riqueza de nuestra lengua (hablada y escrita) y la enfrentamos a la norma de la Real Academia Española (RAE). Nos parece que para no caer en extremos, es decir, utilizar la norma como la única posible, o defender lo cambiante y vivo de la lengua para romper con lo normativo, es válida la siguiente reflexión: El diagnóstico. Sí debemos diagnosticar cuál va a ser el destinatario de nuestra producción comunicativa; ¿para quién escribo o hablo? No es lo mismo escribir una carta para un amigo o una enamorada, que escribir una carta para una institución, o escribir un documento oficial; no es lo mismo dar una charla a jóvenes de un entorno colegial de clase media, que dirigir un sermón, o dar una cátedra en una ceremonia Honoris Causa. En los primeros casos podremos utilizar todos los documentos lingüísticos (diccionarios) que recojan la riqueza del lenguaje vivo, pero para los segundos, en los que se busca un lenguaje general, correcto y sin ambigüedades deberíamos recurrir a los documentos lingüísticos normativos ( de la RAE: 22a. ed. del Diccionario de la lengua española -y los avances de la 23a. ed.-, Ortografía, Gramática y Diccionario panhispánico de dudas -en lo que no contradiga a los anteriores). Nosotros defendíamos que en el lenguaje académico (formal e institucional) de la Universidad no se use la palabra “colaborativo”, pues ella no estaba recogida por la Norma de la RAE; hoy esta palabra ya se encuentra entre lo aceptado por la norma: Cf. colaborativo, va. 1. adj. Hecho en colaboración (‖ acción y efecto de colaborar). Estudio colaborativo (RAE, 2013, colaborativo).
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Gestión de información por: Gino Naranjo Hace algún tiempo (Tic no. 21) presentaba la herramienta Zotero que permite la gestión de datos bibliográficos, libros, revistas, páginas de internet, audios, videos, etc. Ahora comentaré dos aplicaciones que han ampliado estas posibilidades en el sentido de que están accesibles desde cualquier dispositivo, sean tabletas o celulares y la sincronización de información.. Se trata de Evernote y de Springpad. En ambos servicios es necesario crear una cuenta, una vez creada la cuenta es posible descargar la aplicación para algún dispositivo en particular o como extensiones para los navegadores. Una vez instalados es posible capturar páginas de Internet, tomar notas escritas, notas de voz, fotos o videos. Siempre estarán actualizados en los diferentes dispositivos. El potencial en el mundo académico es muy grande ya que se conserva en un solo lugar las referencias, páginas visitadas, libros, artículos, etc. con la aplicación de etiquetas. Este recurso, bien empleado, facilita la recopilación de fuentes o la anotación de proyectos e ideas.
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Contacto: dchauvin@udla.edu.ec, g.naranjo@udlanet.ec |